Creando legados

En 1833, cerca de 800 miembros clave de Bani Yas, una de las tribus más prominentes del sur de Arabia, identificó la ría de Dubái como un puerto natural. Dirigidos por la familia Al Maktoum, quien gobierna Dubái hasta la fecha, se asentaron cerca de la desembocadura de la ría. La ciudad pronto se convirtió en un centro de pesca, búsqueda de perlas y comercio marítimo, atrayendo a más asentamientos gracias al comercio con La India, Irán y otras partes del Golfo Pérsico.

Los británicos también consideraron que la región del Golfo Pérsico era una buena parada en su camino hacia La India y, en 1853, firmaron un tratado con los gobernadores del Golfo. La región se convirtió en los Estados de la Tregua, un protectorado británico.

En la década de 1870, Dubái ya se había convertido en el principal puerto comercial de la costa del Golfo Pérsico y, con el cambio de siglo, pasó a tener uno de los zocos o mercados comerciales más grandes de Arabia.

La búsqueda de perlas siguió siendo uno de los principios básicos de la economía local hasta los años 30 y, hasta la fecha, sigue siendo una parte muy importante del patrimonio del emirato.

La industria comercial del oro, las especias y otras mercancías de Dubái ha seguido una trayectoria sólida, ganándose el nombre de "ciudad de mercaderes". La expansión, tanto a lo largo como a lo ancho, de la ría de Dubái en 1960 fue un punto de inflexión para la ciudad, ya que permitía la entrada de embarcaciones más grandes y no hizo más que reforzar la posición de Dubái como epicentro comercial. Gran Bretaña había empezado a retirarse ya de la región y, en 1968, los Estados del golfo conquistaron su independencia.

1971 fue el año de la formación histórica de Emiratos Árabes Unidos (EAU) como Estado independiente formado por los emiratos de Abu Dabi, Dubái, Sarja, Ajmán, Umm al-Qaywayn y Fuyaira, con la posterior adhesión de Ras al-Khaimah en 1972. Desde entonces, el desarrollo de esta dinámica ciudad se ha convertido en legendario, gracias a su liderazgo visionario y a un gobierno muy inteligente, además de por su infraestructura de vanguardia que ha conseguido que, a día de hoy, sea el epicentro de la región tanto a nivel comercial como financiero, atrayendo al mejor talento e inversiones extranjeras directas de todo el mundo.

Gracias a la visión de liderazgo de Dubái, la ciudad está a punto de convertirse en líder en sostenibilidad a nivel global con el ambicioso objetivo de producir el 75 por ciento de su energía a partir de fuentes limpias de aquí al año 2050. Mohammed Bin Rashid Solar Park será la instalación más grande del mundo cuya construcción se prevé que finalice en 2020. Además, de aquí al año 2030, el 25 por ciento del transporte de Dubái será autónomo.